Capitulo diez: Cómico
Como se explica lo que uno siente?
Existen las palabras para dar un sentimiento?
Era miércoles.
Era atardecer.
Era amor.
Estabas sentada en esa baranda, que daba a un paisaje increible.
Tus piernas rodeaban mi cintura, y me unían más a vos.
Tus manos despeinaban mi pelo y las mías hacían pequeños círculos en tu cintura.
Quien diría, que aquellos mejores amigos, estén así?
En un momento, me pediste más, y no sabia si era correcto corresponderte.
Tu mano viajo a mi piel, y hurgó debajo de esa remera. Acariciaste mi estomago y te atreviste a rasguñar mi espalda.
Nuestras bocas prácticamente se devoraban. No se cansaban de la otra, como debía ser. Mordiste mi labio, y tu lengua coqueteo con la mía. Jugaban a encontrarse, y a desencontrarse.
-_______
-mmm
-_______
-Quep?
-Vos estas segura?
-De que?
-De que queres hacerlo
-Harry, no es mi primera vez
-Ya lo se, pero…no deja no importa
-No sos uno más si eso estas pensando.
-Yo quiero ser el último.
-Y lo vas a ser
-Me amas?
-Si, y vos?
-Si
-Entonces, ámame Harry
No necesite más y empezamos ese juego, ese juego que ninguno de los dos quería terminar.
Mis labios conocieron más a fondo tu cuello, y te sentí estremecer.
Dios! Sos increíble.
Tus manos atrevidas se animaron y se deshicieron por completo de mi camisa. Me contemplaste unos segundos, algo se te cruzaba por la mente mientras mordías tus labios sin cuidado alguno.
Te bajaste de aquella baranda de madera.
Sin agacharte y hacer mucho movimiento, te liberaste de esos tacos altos que usabas.
No se cual fue tu técnica, pero poco a poco fuiste tumbándome en el suelo.
No se que método usaste, pero de un momento a otro, ya no tenia mas zapatillas, ni medias, y te tenias sentada encima mió, besándome el pecho.
Descifre tu sonrisa, querías hacerme sufrir. Torturaste cada parte de mi cuerpo, eras una experta.
Mientras intentabas dejarme un regalito en mi cuello, tus dedos resolvieron el cierre de mi pantalón, y supiste que tu trabajo esta haciendo efecto.
Lo bajaste por completo para enseñarle al mundo aquel bóxer rojo que te encantaba.
Una risita salio de tus labios cuando sin disimulo alguno lo miraste.
Me sedujiste, me acariciaste, me besaste en lugares donde nadie nunca antes había explorado de tal manera.
Llegue a un punto donde se podía oírme a metros de distancia, pero no podía evitarlo. Eras la mejor amante.
Yo no iba a poder soportarlo demasiado y decidí que había llegado tu turno.
Gire sobre nuestro cuerpos y fuiste apresada por mi.
Estabas completamente vestida. Llevabas un vestido azul que por su espalda extensa, supuse que no llevabas corpiño y eso me excito mas todavía.
Acaricie tus tobillos y les enseñe a mis dedos un tour recorriendo tus piernas, suaves y bronceadas.
A medida que estos avanzaron, el vestido los acompaño hasta llegar al límite de tus hombros, donde con tu ayuda, lo eliminamos del mapa.
Tenia enfrente mió a la visión más perfecto en años.
Te volví loca, te ame. Te hice rogar, te hice estallar hasta que me pidieras que lo hiciera.
Lo hiciste, y ambos lo necesitábamos.
Con cuidado saque tu pequeño culote que envolvía a tu mujer física. De mis rojos boxers te encargaste vos, pero fuiste rápida y tortuosa.
Giraste sobre nosotros y de nuevo estabas al mando.
Me hiciste el koala. Rodeaste mi cintura con tus piernas y dejaste que eso que los dos estábamos buscando, fluyera.
Hacer el amor con vos, fue lo mejor que me paso en la vida.
Verte la cara, y como sonreías me ilumino.
No acallaste ningún gemido, y no paraste nunca.
Cambiamos de posición cada vez que empezabamos de nuevo.
Una.
Dos.
Tres.
Cuatro.
O tal vez cinco.
Me llevaste al cielo, y trajiste a un ángel: tu.
Descansaste en mi pecho transpirado, y me miraste.
Te mire, y sonreí como idiota.
Perdón, vos me provocas.
-Sos lo mejor que me paso en la vida.
-Vos también miamor.
-_______, vos decís que no va a venir nadie acá, no?
-Jjaja no, no creo. Porque tenes miedo?
-Por nosotros no, pero supongo que no es la mejor vista.
-Por quien hablas? Yo creo que soy un muy buen paisaje
-Se se, hacete la viva nomás. No mas chicos de una noche, esta claro?
-Si Harry.
-Y tampoco polleritas tan cortas
-Si Harry
-Tampoco tanto escote, ni de adelante ni de atrás
-Si Harry
-Y ya vamos a hablar de las salidas a boliches y eso
-Si Ha- Eh? No, hey que injusto, yo no puedo salir pero vos si!
-No, ______, si vas a salir. Pero de ahora en adelante salís conmigo
-Jjajaj y eso porque?
-Porque de ahora en adelante, compartimos todo
-Todo?
-Si _______, todo
-A bueno listo, gracias por tu ropa
-Eh? De que-
Y salio corriendo. Agarro mi ropa y riéndose sin parar entro a la casa.
Me quede afuera, solo, desnudo, y con mi mujer sonriéndome por la ventana.
No le veo lo cómico. Ja ja ja
Como se explica lo que uno siente?
Existen las palabras para dar un sentimiento?
Era miércoles.
Era atardecer.
Era amor.
Estabas sentada en esa baranda, que daba a un paisaje increible.
Tus piernas rodeaban mi cintura, y me unían más a vos.
Tus manos despeinaban mi pelo y las mías hacían pequeños círculos en tu cintura.
Quien diría, que aquellos mejores amigos, estén así?
En un momento, me pediste más, y no sabia si era correcto corresponderte.
Tu mano viajo a mi piel, y hurgó debajo de esa remera. Acariciaste mi estomago y te atreviste a rasguñar mi espalda.
Nuestras bocas prácticamente se devoraban. No se cansaban de la otra, como debía ser. Mordiste mi labio, y tu lengua coqueteo con la mía. Jugaban a encontrarse, y a desencontrarse.
-_______
-mmm
-_______
-Quep?
-Vos estas segura?
-De que?
-De que queres hacerlo
-Harry, no es mi primera vez
-Ya lo se, pero…no deja no importa
-No sos uno más si eso estas pensando.
-Yo quiero ser el último.
-Y lo vas a ser
-Me amas?
-Si, y vos?
-Si
-Entonces, ámame Harry
No necesite más y empezamos ese juego, ese juego que ninguno de los dos quería terminar.
Mis labios conocieron más a fondo tu cuello, y te sentí estremecer.
Dios! Sos increíble.
Tus manos atrevidas se animaron y se deshicieron por completo de mi camisa. Me contemplaste unos segundos, algo se te cruzaba por la mente mientras mordías tus labios sin cuidado alguno.
Te bajaste de aquella baranda de madera.
Sin agacharte y hacer mucho movimiento, te liberaste de esos tacos altos que usabas.
No se cual fue tu técnica, pero poco a poco fuiste tumbándome en el suelo.
No se que método usaste, pero de un momento a otro, ya no tenia mas zapatillas, ni medias, y te tenias sentada encima mió, besándome el pecho.
Descifre tu sonrisa, querías hacerme sufrir. Torturaste cada parte de mi cuerpo, eras una experta.
Mientras intentabas dejarme un regalito en mi cuello, tus dedos resolvieron el cierre de mi pantalón, y supiste que tu trabajo esta haciendo efecto.
Lo bajaste por completo para enseñarle al mundo aquel bóxer rojo que te encantaba.
Una risita salio de tus labios cuando sin disimulo alguno lo miraste.
Me sedujiste, me acariciaste, me besaste en lugares donde nadie nunca antes había explorado de tal manera.
Llegue a un punto donde se podía oírme a metros de distancia, pero no podía evitarlo. Eras la mejor amante.
Yo no iba a poder soportarlo demasiado y decidí que había llegado tu turno.
Gire sobre nuestro cuerpos y fuiste apresada por mi.
Estabas completamente vestida. Llevabas un vestido azul que por su espalda extensa, supuse que no llevabas corpiño y eso me excito mas todavía.
Acaricie tus tobillos y les enseñe a mis dedos un tour recorriendo tus piernas, suaves y bronceadas.
A medida que estos avanzaron, el vestido los acompaño hasta llegar al límite de tus hombros, donde con tu ayuda, lo eliminamos del mapa.
Tenia enfrente mió a la visión más perfecto en años.
Te volví loca, te ame. Te hice rogar, te hice estallar hasta que me pidieras que lo hiciera.
Lo hiciste, y ambos lo necesitábamos.
Con cuidado saque tu pequeño culote que envolvía a tu mujer física. De mis rojos boxers te encargaste vos, pero fuiste rápida y tortuosa.
Giraste sobre nosotros y de nuevo estabas al mando.
Me hiciste el koala. Rodeaste mi cintura con tus piernas y dejaste que eso que los dos estábamos buscando, fluyera.
Hacer el amor con vos, fue lo mejor que me paso en la vida.
Verte la cara, y como sonreías me ilumino.
No acallaste ningún gemido, y no paraste nunca.
Cambiamos de posición cada vez que empezabamos de nuevo.
Una.
Dos.
Tres.
Cuatro.
O tal vez cinco.
Me llevaste al cielo, y trajiste a un ángel: tu.
Descansaste en mi pecho transpirado, y me miraste.
Te mire, y sonreí como idiota.
Perdón, vos me provocas.
-Sos lo mejor que me paso en la vida.
-Vos también miamor.
-_______, vos decís que no va a venir nadie acá, no?
-Jjaja no, no creo. Porque tenes miedo?
-Por nosotros no, pero supongo que no es la mejor vista.
-Por quien hablas? Yo creo que soy un muy buen paisaje
-Se se, hacete la viva nomás. No mas chicos de una noche, esta claro?
-Si Harry.
-Y tampoco polleritas tan cortas
-Si Harry
-Tampoco tanto escote, ni de adelante ni de atrás
-Si Harry
-Y ya vamos a hablar de las salidas a boliches y eso
-Si Ha- Eh? No, hey que injusto, yo no puedo salir pero vos si!
-No, ______, si vas a salir. Pero de ahora en adelante salís conmigo
-Jjajaj y eso porque?
-Porque de ahora en adelante, compartimos todo
-Todo?
-Si _______, todo
-A bueno listo, gracias por tu ropa
-Eh? De que-
Y salio corriendo. Agarro mi ropa y riéndose sin parar entro a la casa.
Me quede afuera, solo, desnudo, y con mi mujer sonriéndome por la ventana.
No le veo lo cómico. Ja ja ja
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